Congelación y rebaja salarial
31/01/2013 | Secretaría Federal de Acción Sindical de
CHTJ-UGT
Esas pueden ser una de las notas más significativas y sangrantes del recién
firmado Convenio Colectivo de Grandes Almacenes, y del éxito logrado por la
patronal ANGED con la inestimable ayuda de los paraempresarios de Fetico y
Fasga.
Una congelación y una rebaja de los salarios en un sector que está conformado
por las grandes empresas de la distribución comercial y que anunciaban unos
buenos resultados en sus cuentas en el 2011, que iban desde los 371 millones de
Carrefour, pasando por los 210 millones de El Corte Inglés a los más moderados
pero positivos de Alcampo, Leroy Merlin y Makro que superaban los 37
millones.
Y con estos datos lograban un convenio que durante los próximos cuatro años
tendrá los mismos salarios, sin perspectivas de mejora y con una deuda pendiente
del convenio vencido del 0,3% y con la certeza de que estos salarios no se verán
incrementados en su cuantía. Pero con la amenaza plasmada en el convenio y con
la fecha fijada en el año 2015 de que puedan ser rebajados por decisión de la
Comisión mixta si el consumo tiene una evolución negativa. Hay que recordar que
será la misma Comisión Mixta que en el convenio que finaliza usurpó un 0,3% a
los trabajadores y eliminó la garantía de revisión salarial.
Unos salarios que se varan reducidos de manera automática por el aumento de
la jornada laboral anual en 28 horas, y que tendrá una mayor repercusión sobre
los trabajadores y trabajadoras que están a jornada parcial, que son la gran
mayoría del sector y especialmente en las líneas de cajas.
Pero no finaliza aquí la operación de jibarización salarial a la que se
dedicaron de manera intensiva la patronal y sus celosos acompañantes, y así han
previsto un nuevo mecanismo para las empresas que tengan centros de trabajo en
situación de crisis, de tal manera que si un centro de trabajo arrastra o se
producen descensos de ventas a lo largo de tres años y en un promedio del 9%
anual, verán reducido su salario base en hasta un 5% durante un año con
posibilidad de que dicha reducción pueda ser prorrogable. Situación y
tratamiento que traspasa los parámetros fijados en la reforma laboral, puesto
que fácilmente puede producirse que una empresa con resultados positivos pueda
reducir el salario de centros de trabajo que vean reducidas sus ventas,
rompiendo con ello la unidad de empresa y facilitando las maniobras financieras
a costa de los salarios de los trabajadores.
Y a este maquiavélico planteamiento de la política salarial de los grandes
almacenes hay que añadir la eliminación de un plumazo de los complementos que se
venían cobrando por el trabajo en domingos y festivos, y a cambio de ello
generalizando la obligación de trabajar en festivos a la totalidad de las
plantillas.
Y como única perspectiva de mejora en los salarios plantean una mísera
compensación que no tendrá carácter consolidable, si durante la vigencia del
convenio ( 2013-2016) el índice de comercio al por menor en grandes superficies
y una vez deducido el efecto de la inflación, se supera el índice del año 2010
en hasta dos puntos tendrán una gratificación del 0'5% del salario base, de un
1% si el índice supera los dos puntos y del 1,5% si el índice es superior en
cuatro puntos. Gratificaciones que no serán consolidables y en consecuencia no
tendrán efecto sobre las tablas salariales que permanecerán inamovibles durante
la vigencia del convenio.
En conclusión, un nuevo negocio redondo de las grandes superficies, que
cargan sobre los ya mermados salarios el descenso del consumo y deja intocable
sus cifras de beneficio.
Y todo esto ha sido posible gracias a la solícita y dócil ayuda y
acompañamiento de los paraempresarios de Fetico y Fasga que ostentan y
desprecian la mayoría sindical de la mesa negociadora.
Todo esto era fruto de un atracón negociador que la patronal Anged y sus
adlateleres emprendían la mañana del día 30 de enero y finalizaba pasadas las
cuatro de la madrugada , para evitar el sonrojo de una anunciada concentración
que estaba convocada a las puertas del hotel donde al día siguiente debía estar
reunida la mesa negociadora.